ALFONSO RODRÍGUEZ IBÁÑEZ
ALFONSO RODRÍGUEZ IBÁÑEZ / DACTILOFORMAS
Tengo diez amigos inseparables. Inquietos y trabajadores. De los que dejan huella.
Pese al desgaste que conlleva una existencia que vislumbra ya su otoño, mis fieles camaradas interpretan incansables la sinfonía inacabada que dirige mi pensamiento.
Aunque nunca tuvieron la fuerza de Oteiza para forjar espacios mágicos, ni la liviandad de Rajmáninov para deslizar notas sobre un teclado, mis diez intrépidos neófitos surcaron los caminos hacia mi imaginación. Aprendieron a conducir mis ávidos pinceles sobre níveos lienzos. Exploraron entre mil texturas, en busca de aquellas formas que celosamente encerraban. Dejaron escrita sobre incontables soportes la impronta de mi inspiración, de mi curiosidad siempre insatisfecha.
Con la ayuda de estos diez leales intérpretes de mi fantasía, y en homenaje a su consustancial significado, he barajado formas, luces y colores en una heterogénea coreografía de píxels, para transmutar lo inerte en dinámico, lo familiar en inverosímil, lo inexpresivo en sugerente.
Fruto de tan singular encuentro entre congéneres, nació la variopinta colección de imágenes que presento y que vengo a llamar “DACTILOFORMAS”.